A principios del siglo XIX, el cirujano William Beaumont aprovechó una herida de bala en el estómago de un joven para estudiar el proceso digestivo en un ser humano vivo, un hecho sin precedentes en la ciencia. Este incidente permitió a Beaumont descubrir que la digestión es un proceso químico y no mecánico, sentando las bases de la gastroenterología moderna.
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REFERENCIA
Argañaraz, F. (2024). Con un agujero en las tripas. Especialización en Enseñanza de la Biología. UNTDF